Carta Número 0
He pensado en muchas cosas sobre ti, desde el día en que decidiste enviarme un mensaje, no fue fácil responderte, había
muchas cosas
que pensar, y otras tantas cosas que me detenían, por
ejemplo, el
hecho de enamorarme, o de toparme con
uno
de esos tantos que ven el físico. Pero no me importo y te escribí.
v
Anoche me pediste que te escribiera unas letras, yo accedí, me gusta escribir, me
agrada desahogarme en letras; Tuve que cavilar, y mucho, pues no se le escribe a cualquiera, las letras se ganan, y tu, sin duda alguna, mereces el
cielo y cada
nube que lo adorna, mereces
una flor,
un
jardín verde o un poeta apasionado, mereces
mucho, pero
todo se gana.
v
Son las diez con treinta y cuatro minutos, no tengo mucho tiempo escribiendo, pero
si pensando, pensando en cada oportunidad que te
ha
dado la vida, pensando en lo mucho que eres y lo poco que te conoces, pensando en lo alto de
tus sueños y en cómo, sin darte cuenta, exiges a tus
pies no separarse del suelo.
Pienso mucho. Cada vez que escribo, necesito pensarte, después de todo, las letras son para
ti y
deben tener tu esencia, tu espíritu, contener
un poco de tu alma.
v
Posdata:
No son suficientes
palabras, pero de alguna forma, sabes lo
que pienso de ti, he
imaginado muchas cosas, una de ellas es
cuando te beso, eres exquisito, desde la punta del
pie,
hasta el aurora que logro respirar, tienes
un
color que no había visto nuca, y una sonrisa traviesa llena de locuras, en tus
ojos
ocultas muy buenas
memorias, en tu
piel, llena de selvas, veo toda una vida, golpes, besos, caricias, y
cabe
aclarar que solo algunas son mías.
En verdad que veo tanto en ti, y yo, sí, yo, no entiendo, no logro
entender
como tú ves tan poco en ti.
Una cosa más, eres el infinito dentro de un universo, no olvides
que eso es mucho
y poco, y a veces nada, pero al final
del
tiempo: Eres.
Siempre
tuyo: Josué Medina
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