lunes, abril 13, 2015

Muerte y más muerte

Anoche, mientras lloraba
Escuche un sollozo, 
La muerte miraba por mi ventana,
Era momento de jugar.

A decir verdad me aburre este juego,
-Mi alma a cambio de tu felicidad.-
Una oferta insoportablemente bella,
Como tú, por ejemplo.

¿Y qué decir de tu acaramelada sencillez?
¿O de tu simpatía transformadora?
¿O de esas heridas en el alma?
¿Y qué decir de tus sueños aplastados?

Nada, no sé, no me importa.
La muerte ha venido a jugar,
Y eso, eso es lo que llama mi atención,
¡A jugar!

Saque las piezas, algo polvosas,
Con telarañas, y algunas ratas, 
Eso es lo que pasa cuando no usas,
O más bien olvidas que tienes sentimientos. 

La muerte se alista, mueve inteligentemente y con precaución cada pieza, sabe que se juega una vida: 

Un sentimiento
Una opresión 
Una lágrima 
Una risa

Un pequeño suspiro...

Yo, para ser certero, no me preocupo,
No es que no me interese, es solo que
Domino este juego,  mejor de lo que te imaginas.

El árbol se seca, eso me gusta, pisar hojas secas, o sentarme a disfrutar su sombra... La muerte ha ganado y el árbol, ahora, es mi refugio.

Tuvo bien la muerte al decirme lo siguiente:

"Es esencial en esta vida perderse, pero encontrarse, más que esencial, es un reto."

Si ella, el o eso
Supieran que ya me perdí,
Y lo hice cuando le vi esos ojos
Avellanados, ¡Muero por ellos! 

Más bien, jugué este juego por esos ojos,
Y sin saberlo me encontré en ellos,
Ahora tiene sentido el sollozo,
La muerte, la vida...

Veo por mi ventana, despido a la muerte,
Se llevo mis ojos, pero me dejo el alma,
Me dijo que aun merezco sufrir,
Y solo con el alma podre hacerlo.

Lo que no entiende es que yo sé jugar,
Y me deje ganar, no me hacen falta ojos
Para saber que estas aquí,
Al final el rio siempre lleva agua que para en un mismo lado:

Tu alma,
Tu corazón,
Tu cuerpo.

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